El gobierno de Escocia anunció una decisión histórica: será el primer país en establecer la educación LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales) en su plan de estudios. Es decir, los alumnos de las escuelas públicas aprenderán sobre la comunidad LGBT; movimientos, historia, terminología e ?identidades? (ideología de género)
Esta política pro-LGBTI fue tomando lugar luego de que, en el 2001, fuera derogada la ley (de 1988) que impedía que las autoridades en el Reino Unido promovieran la homosexualidad, la cual se derogó primero en Escocia y 3 años después en el resto del Reino Unido.
La ex líder laborista escocesa Kezia Dugdale describió al país como "el parlamento más gay del mundo". En ese momento, cuatro de los seis líderes de los partidos de Escocia se identificaba como lesbiana, gay o bisexual.
El gobierno escocés publicó el 8 de noviembre en su cuenta de Twitter: “El vice primer ministro @JohnSwinney acaba de anunciar que Escocia se convertirá en el primer país en el mundo en tener una educación inclusiva #LGBTI, integrada en el currículo educativo. #EducarParaLiberar”.
Al hacer el anuncio ante el parlamento, el vice primer ministro dijo: “Escocia ya está considerada una de las naciones más progresistas en Europa en lo referente a la comunidad LGBTI. […] Es vital que el plan educativo sea tan diverso como la gente que aprende en nuestras escuelas".
Como consecuencia de esta política, todas las escuelas estatales deberán enseñar la historia y los movimientos de los LGBTI. Asimismo, se les enseñarán a explorar la identidad LGBTI. El gobierno espera que así se pueda disminuir la homofobia y la transfobia, aunque muchos especialistas manifiestan que esto podría generar confusión sexual en los niños.
¿Qué tenemos que hacer como cristianos? Orar y levantarnos cada vez que nuestra nación intente seguir los patrones antibíblicos de países progresistas. Debemos defender a la familia natural y velar por la integridad de nuestros niños.