?El llamado a servir a Cristo, es un llamado a sufrir por Cristo?. Las persecuciones desde el tiempo de Jesús hasta hoy, han continuado contra aquellos que le siguen. Son golpeados, decapitados y llamados revolucionarios, pero cuando escuchamos sus testimonios de fe y perseverancia, somos fortalecidos e inspirados para seguir adelante.
En la actualidad somos más de 215 millones de cristianos perseguidos. En el mundo, estas cifras de persecución crecen cada día y los que son perseguidos comparten algo en común: ser testigos de la verdad de Jesucristo.
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Es así que se está aprendiendo el significado de vivir por Jesús, obedecer su Palabra y amar de manera pura e incondicional.
Si realmente la comunidad cristiana entiende lo que es convivir en un ambiente de sufrimiento, pero con gozo en el alma, podríamos experimentar de manera sublime el fortalecimiento de la fe cristiana en la vida espiritual.
Nos daremos cuenta de que una de las armas de cambio más poderosas que tenemos en nuestro arsenal es el reconocimiento de servir a Cristo sin importar lo que se padezca. 1 Corintios 12:26 nos dice: “Somos un solo cuerpo. Si una parte sufre, cada parte sufre con ella; si una parte es honrada, cada parte se regocija con ella.”
Fuente: Open Doors