En un ambiente de oración y súplica dio inicio el día mundial de las misiones del Movimiento Misionero Mundial, cuyo tema: "Obreros y su mies". El cuerpo ministerial junto a sus respectivas congregaciones se dieron cita en la Iglesia MMM de Sabana Seca, Toa Baja, para ser parte de este servicio especial.
En un ambiente de oración y súplica dio inicio el día mundial de las misiones del Movimiento Misionero Mundial, cuyo tema: "Obreros y su mies". El cuerpo ministerial junto a sus respectivas congregaciones se dieron cita en la Iglesia MMM de Sabana Seca, Toa Baja, para ser parte de este servicio especial.
Con cánticos y alabanzas de carácter misionero exaltamos las maravillas de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable para predicarles a otro de su gran virtud. Un pueblo unánime en un mismo sentir espiritual, suplicando al Padre que "avive su obra en medio de los tiempos".
Recibimos palabras de saludos desde el Asia, en labios de la Pastora Yolanda Torres (esposa del Supervisor Nacional), quien ilustró imágenes de la labor misionera en la cual se encuentra nuestro Supervisor Nacional, Rev. Albert Rivera, en dicho continente. La pastora nos exhortaba a trabajar cada día por la visión que Dios ponga en nuestro corazón para alcanzar a otros, pues la recompensa es mayor cuando obedecemos su llamado.
La obra misionera se extiende cada día, el Rev. Luis Ayala, juntos a otros pastores como Rev. Ángel Cruz, Rev. Jorge Álvarez, han sido parte de la bendición del Centro de Convenciones que se está construyendo en el continente africano; testificaba de los avances que ha tenido la obra en África. Con vestimenta típica del continente, el pastor Ayala ilustró con imágenes y vídeos cómo se ha desarrollado la obra a nivel espiritual y estructural. "El trabajo en el Señor no es en vano y siempre hacen falta vidas que quieran ponerse en la más nos de Dios".
Llegada la tarde, el Rev. Ángel Cruz (Oficial Nacional), dando lectura en Éxodo 3:1-3 expuso el tema: "Una visión que transciende”. A través de la vida de Moisés, el pastor ilustraba el llamamiento que Dios hizo a Moisés, y cómo este respondió; quien tomando acción no ignoró la visión sino que se acercó. La Palabra nos invitaba a defender con vida propia la visión que Dios nos ha dado. Los tiempos no pueden detener la visión, ni nuestra indiferencia ante lo que está sucediendo a nuestro alrededor.
El Pastor exhortaba a volver al principio, a retomar la visión, pues Dios cuanta con su pueblo para que la visión se mantenga en acción. ¡Hoy es el día de decidir ser parte de una visión que transciende los tiempos!
Al finalizar este hermoso servicio, acudimos al altar donde el Espíritu Santo renovó nuestras fuerzas para continuar en la visión del Padre.