En esta segunda noche de gloria, el Señor continúa derramando Sus bendiciones sobre nosotros, llenándonos de Su presencia. Hoy, iniciamos nuestro culto misionero, elevando nuestras voces al Señor para que tome nuestras vidas, para que Él las utilice conforme a Su voluntad, cumpliendo Su gran propósito tanto con nosotros como con la maravillosa obra del Movimiento Misionero Mundial. A través de coros e himnos espirituales misioneros, el coro de la zona 4 creó un ambiente especial, avivando la llama misionera en cada corazón presente.