Slava es un estudiante de Bielorrusia que, durante muchos años se declaró ateo y se burló de los cristianos por su fe. Todo cambió cuando comenzó a entablar charlas con amigos cristianos. A menudo les increpaba debates acerca de su fe, pero para sorpresa de él, nunca trataron de demostrarle nada.

Se negaba a aceptar la creencia de los cristianos, pero dos meses después, uno de sus amigos lo invitó a trabajar en un evento para una Conferencia cristiana. El aceptó. “Durante la Conferencia, que duró cuatro días, estuve rodeado de cristianos. Me quedé impresionado con el evento y la atmósfera amigable creada por los cristianos”, recuerda.

Slava dice que después de trabajar en la conferencia, dejó de burlarse de la fe cristiana. Al cabo de un tiempo, Slava se mudó a Brest para un nuevo trabajo, pero casi todos los fines de semana volvía al lugar de la conferencia para visitar a sus nuevos amigos cristianos.

“Mi corazón comenzó a cambiar, y a menudo pensaba en Dios”, dice Slava. Tres semanas después, él asistió a una reunión donde el pastor extendió una oración de arrepentimiento. El aceptó a Jesús, y a partir de ese momento, Slava inició una nueva vida. Inmediatamente me involucró en la iglesia, creciendo día a día en su primer amor por Dios.

 “Sirvo café en el club juvenil y habló con los jóvenes sobre Dios. Aunque me he arrepentido, todavía tengo muchas preguntas, pero con la gracia de Dios, quiero usar mi vida para glorificarlo. Quiero que mi fe crezca y, con la ayuda de mi iglesia, y los seminarios bíblicos, quiero que el Señor me use para atraer a la gente hacia Él", concluye la entrevista de Slava.