El joven John Smith jugaba con dos de sus amigos de la escuela en el lago de Missouri, pero el momento de diversión se convirtió en un momento de tragedia, cuando de repente se quebró el piso de hielo y los tres menores fueron sumergidos al frío lago lanzando gritos de auxilio para poder ser rescatados.

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Los dos jóvenes lograron salir por su cuenta, sin embargo, John no tuvo la misma suerte y tuvo que ser auxiliado por el 911 media hora, los latidos de su corazón se habían detenido durante más de 60 minutos.

Una llamada telefónica a la casa de Smith, alertó a su madre quien sin pensarlo dos veces salió de su hogar, para ir al hospital donde los médicos luchaban para salvar la vida de su hijo mediante acciones de resucitación.

“Al llegar al hospital los médicos me dieron pocas esperanzas de vida para mi hijo, lo único que hice fue entrar al lugar donde se encontraba, arrodillarme y orar por él, Dios tenía que hacer un milagro con su vida”. Detalla Joyce madre del joven.

Ni bien la madre empezó a orar, el pulso de John empezó a volver, sorprendiendo a las enfermeras y cuerpo médico presente en la habitación.

“Mi hijo recuperó la vida gracias a las oraciones a Dios, él tenía que seguir viviendo porque está en los planes del todopoderoso”.

Aunque los médicos le dieron pocas probabilidades de tener una vida normal, hoy en día Johns ha vuelto a ser el niño alegre y deportista que siempre ha sido.

Su experiencia y milagro están siendo escritos en un libro pronto a publicarse titulado “"The Impossible" donde muestran que para Dios no hay nada imposible.

Fuente: gospelherald