Después de un año de haber sido amonestada por decirle a un compañero de trabajo que ?oraría por él? durante horas de trabajo,Dios le dio la victoria al obtener la resolución de su caso favorable para que pueda predicar a sus compañeros.
Toni Richardson, notó la molestia de su compañero de trabajo para con sus alumnos dentro de Cony High School, lo que la llevó a compartirle palabras de ánimo para mejorar su comportamiento. Al terminar le dijo suavemente “oraré por ti”, sin saber que le traería consecuencias.
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"Le dije que pensaba que los estudiantes podían tener un buen modelo masculino de su persona, porque muchos estudiantes eran de hogares sin padres y que su actitud creaba un clima tenso en la escuela, Parecía que había entendido el mensaje por eso me despedí con un “oraré por ti.”, expresó Toni.
Al pasar los días, su compañero acusó a Toni frente al director de la escuela por realizar expresiones religiosas no permitidas, dando inicio a un proceso judicial.
“El Departamento de la Escuela de Augusta me amonestó por expresar palabras para alentar a mi compañero. No lo hice delante de los estudiantes, ni en los pasadizos, busqué un lugar oportuno para animarle a que mejore sin mala intención.”, cuenta Richardson.
Para el departamento de la escuela, Toni violó la Primera Enmienda, expresando libremente temas religiosos no permitidos en las escuelas. Tras un largo juicio, este 10 de noviembre el departamento Escolar de Augusta reconoció el derecho de Toni Richardson de hablar sobre su religión en privado con sus compañeros de trabajo.
"Me encanta mi trabajo ayudando a estudiantes con necesidades especiales a tener éxito, y me alegro de no tener que sacrificar mis derechos de la Primera Enmienda para estar aquí.", dijo Richardson, quien continúa trabajando en la escuela.
Fuente: Christian News